Incentivos
Los incentivos constituyen un conjunto de herramientas diseñadas para apoyar a las personas en el entorno laboral, con el objetivo de aumentar la productividad y lograr eficientemente las metas establecidas. Estos mecanismos también se definen como métodos empleados para reconocer el esfuerzo de los empleados dentro de una organización, a cambio del excelente trabajo que han realizado en un período determinado o al alcanzar los objetivos propuestos. Esto no solo contribuye a la excelencia en el trabajo, sino que también apoya el rendimiento laboral en la entidad.
Impacto de los incentivos en el rendimiento de los empleados
Los incentivos suelen tener un efecto positivo en el rendimiento de los empleados, ya que generan una percepción de felicidad, especialmente cuando sienten que su labor ha sido valorada. Los efectos de los incentivos se pueden resumir en los siguientes puntos:
- Aumento de la productividad: Cuando un empleado se siente satisfecho con su trabajo, se esforzará por incrementar su rendimiento, logrando así los resultados deseados de manera exitosa.
- Avance de las actividades de la organización: Los incentivos contribuyen a que el trabajo en la empresa sea más dinámico, lo que se refleja positivamente en las operaciones de la entidad.
- Fomento del espíritu moral entre los trabajadores: Los empleados se sienten valorados dentro del entorno laboral, reconociendo su papel fundamental en el éxito alcanzado.
- Apoyo a empleados destacados y a nuevos talentos para mejorar y desarrollar su desempeño con el fin de conseguir ascensos.
- Estimulación de la creatividad en los empleados al proporcionarles un entorno propicio para la generación de nuevas ideas profesionales, lo que contribuye a la evolución del lugar de trabajo.
- Incremento de la autoestima entre los trabajadores, lo que les motiva a comprometerse más con el crecimiento de la organización.
Tipos de incentivos
La naturaleza de los incentivos utilizados en el entorno laboral depende de las actividades o tareas que les correspondan. Generalmente, la dirección selecciona el tipo de incentivo basándose en el enfoque administrativo y la experiencia previa respecto a la naturaleza de los trabajadores, lo cual le permite tomar decisiones adecuadas sobre la implementación de incentivos. Por lo tanto, los incentivos se suelen clasificar en las siguientes dos categorías:
Incentivos materiales
Los incentivos materiales son uno de los tipos más antiguos y ampliamente utilizados. Ayudan a mantener la eficiencia en el desempeño actual y se centran en las formas adecuadas de su desarrollo futuro. Este tipo de incentivos normalmente está relacionado con cuestiones financieras, como aumentos salariales, bonificaciones para los empleados de la empresa o salarios adicionales al final del año. Todos estos incentivos materiales dejan un impacto positivo en los empleados de la organización.
Incentivos morales
Se refieren a un conjunto de incentivos que contribuyen a influir en los empleados, elevando su moral en el entorno laboral y fomentando una mayor interacción tanto entre ellos como con la dirección. Ejemplos de incentivos morales incluyen promociones para empleados competentes y experimentados, involucrar a los trabajadores en la toma de decisiones y delegar ciertas responsabilidades para mejorar su eficiencia en diversas áreas profesionales.