Métodos de crianza y su relación con el rendimiento académico

Educar a los Hijos

En el Corán, en la sura Al-Kahf se menciona: «La riqueza y los hijos son adornos de la vida mundana; y las buenas obras que perduran son mejores ante tu Señor como recompensa y como esperanza». Esta noble aya destaca la importancia de los hijos en la vida del ser humano, describiéndolos como una de las fuentes de felicidad en este mundo. Dios les concede una importancia especial, ya que representan la columna vertebral de la sociedad cuando crezcan, por lo que la educación se considera una de las tareas más significativas que los padres pueden emprender.

La familia y la escuela comparten la responsabilidad de educar a los hijos; sin embargo, la familia es la primera y más relevante de estas influencias. Por lo tanto, es esencial que los padres conozcan las metodologías adecuadas para interactuar con sus hijos, considerando el desarrollo real de los mismos, a fin de lograr resultados positivos en su crianza. El impacto de la educación parental se refleja en el comportamiento de los hijos en la escuela y en su capacidad para absorber información y obtener buenos resultados académicos, lo cual puede ser tanto negativo como positivo.

Métodos de Crianza y su Relación con el Rendimiento Académico

El Islam ha puesto un énfasis considerable en la educación de los niños, otorgándoles el derecho a una socialización y formación conductual que les permita alcanzar un equilibrio psicológico, social, mental y físico.

Sin duda, el rendimiento académico es una de las preocupaciones más importantes para muchos padres. Ellos desean que sus hijos obtengan las mejores calificaciones y se destaquen en sus estudios. Si un hijo no logra las expectativas, es común que lo reprendan, creyendo que únicamente su capacidad intelectual determina sus calificaciones. Sin embargo, investigaciones sociales han demostrado que la crianza y la forma en que los padres interactúan con sus hijos impactan directamente en sus habilidades escolares, como se manifiesta en su enfoque, interés y motivación por aprender.

El estilo de crianza centrado en la moderación se considera el más idóneo para tratar con los hijos. Este enfoque implica dialogar, interesarse por sus inquietudes y atender a su bienestar emocional. Los niños que reciben este tipo de atención tienden a mostrar un mayor deseo de estudiar e incluso pueden esforzarse por sobresalir en sus estudios para ganar la aprobación de sus padres. En contraste, aquellos que experimentan un trato severo y carente de amor, compasión y ternura suelen volverse socialmente cerrados y, por ende, dificultades en su concentración académica. Asimismo, los hijos que enfrentan desinterés o negligencia por parte de sus padres suelen tener resultados igualmente negativos, mientras que aquellos que reciben un exceso de indulgencia a menudo se vuelven descuidados en sus estudios.

El estilo democrático, que se complementa con un enfoque equilibrado y moderado, es considerado excelente. Los hijos en este entorno se sienten cómodos y no temen a sus padres, sin caer en el abandono o el descontrol. La igualdad en el trato entre niños y niñas también tiene un impacto positivo en el rendimiento académico. Además, equilibrar el error cometido por el hijo con el nivel de castigo que recibe le proporciona una sensación de justicia.

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