Síntomas de la meningitis en adultos
La meningitis se define como la inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. En la mayoría de los casos, esta condición es provocada por infecciones virales, aunque también puede ser causada por infecciones bacterianas o fúngicas. Los síntomas iniciales de la meningitis a menudo se asemejan a los de la gripe y pueden aparecer entre unas horas y varios días después de la exposición. A continuación, se detallan algunos de estos síntomas:
- Aumento repentino y severo de la temperatura corporal.
- Rigidez en el cuello.
- Sensación de un dolor de cabeza intenso, acompañado de náuseas y vómitos.
- Confusión y dificultad para concentrarse.
- Hipersensibilidad a la luz.
- Pérdida del apetito o sensación de sed.
- Aparición de erupciones cutáneas.
Tratamiento de la meningitis
Tratamiento de la meningitis bacteriana
El tratamiento de la meningitis bacteriana generalmente requiere la hospitalización del paciente. Existen varios tratamientos que se deben administrar, entre ellos:
- Antibióticos, que se suelen administrar por vía intravenosa.
- Corticosteroides, que se utilizan en casos donde la inflamación provoca presión sobre el cerebro.
- Paracetamol, junto con compresas frías, hidratación y ventilación del ambiente para reducir la fiebre.
- Oxígeno, para ayudar en el proceso respiratorio.
Tratamiento de la meningitis viral
En la mayoría de las ocasiones, los casos de meningitis viral no requieren tratamiento específico, ya que suelen ser leves y tienden a resolverse por sí solos en un periodo de siete a diez días. Es importante mencionar que algunas infecciones virales, como las causadas por el virus de la gripe o el virus del herpes, pueden necesitar medicamentos antivirales. En aquellos casos más graves, así como en recién nacidos o personas con sistemas inmunitarios comprometidos, la hospitalización puede ser necesaria.
Prevención de la meningitis
La vacunación es una medida clave en la prevención de la meningitis. Según las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se aconseja administrar esta vacuna a los siguientes grupos:
- Niños de entre 11 y 18 años de edad.
- Investigadores que están expuestos a la bacteria meningocócica.
- Personas que viajan o residen en áreas donde la enfermedad es prevalente, como África.
- Individuos con enfermedades autoinmunes.