Los Efectos de la Donación de Hígado en el Donante
La donación de hígado es considerada una intervención segura para el donante, ya que las complicaciones que pueden surgir suelen ser leves y tienden a resolverse de manera natural. Esto se debe a la capacidad del hígado para regenerarse rápidamente, volviendo a su tamaño normal en un periodo de 2 a 3 meses tras la extracción de una parte. Por lo general, el donante puede retomar su vida habitual en un mes después de la cirugía sin la aparición de complicaciones a largo plazo, y no requiere medicación más que en las primeras 2 a 3 semanas postoperatorias. A pesar de que el riesgo asociado a la donación de una parte de hígado de un donante vivo es relativamente bajo, se debe mencionar que la experta en este tipo de procedimientos es limitada, ya que la primera operación de este tipo se realizó en 1989.
Riesgos Quirúrgicos
El acto de donar un hígado no incrementa la probabilidad de desarrollar enfermedades hepáticas, lo que significa que los donantes de hígado tienen el mismo riesgo que aquellos que no lo son. En términos generales, la donación hepática conlleva ciertos riesgos, que son similares a los de otras cirugías mayores del hígado. A continuación, se enumeran algunos de estos riesgos:
- Sangrado.
- Fiebre, infecciones, y reacciones alérgicas relacionadas con la transfusión de sangre.
- Formación de coágulos sanguíneos.
- Lesión en los nervios de los brazos, piernas o abdomen.
- Dolor de garganta, náuseas, vómitos y reacciones alérgicas asociadas a la anestesia general.
- Complicaciones relacionadas con el conducto biliar, como el derrame de bilis, que generalmente mejora por sí solo, aunque en algunos casos puede requerir atención médica adicional o una intervención quirúrgica como la colocación de un drene en el hígado.
- Hernia incisional, que puede ocurrir en el sitio de la cirugía si la herida no cicatriza adecuadamente, resultando en presión sobre áreas débiles de los músculos.
- Dolor y malestar.
- Infecciones en el sitio de la incisión, que pueden requerir seguimiento médico para evitar complicaciones adicionales.
- Neumonía.
- Formación de cicatrices en el lugar de la cirugía.
- Fatiga general debido a la extirpación de una porción significativa del hígado.
- Trastornos digestivos como estreñimiento o diarrea, que a menudo desaparecen en varias semanas sin necesidad de intervención médica.
- Infarto de miocardio y otras complicaciones cardíacas.
- Incapacidad del hígado para regenerarse o fallo del remanente del hígado, lo que podría requerir un trasplante de hígado urgente, aunque esta situación es poco frecuente.
Riesgos Psicológicos
Es posible que el donante de una parte del hígado experimente algunas emociones negativas tras la cirugía, tales como:
- Ansiedad y depresión.
- Preocupación por la apariencia de la cicatriz postquirúrgica.
- Sentimientos de culpa, malestar o tristeza si la condición del receptor no mejora.
Consejos para Donantes de Parte del Hígado
Existen varias recomendaciones que se pueden ofrecer a las personas interesadas en donar una parte de su hígado, algunas de ellas son:
Consejos Preoperatorios
La adopción de ciertas medidas de salud previas a la operación es fundamental para garantizar el éxito del procedimiento y minimizar el riesgo de rechazo por parte del receptor. Entre estas medidas se incluyen:
- Abstenerse de fumar durante al menos un mes antes de la operación, si se es fumador, ya que el tabaco aumenta los riesgos de la cirugía.
- Evitar el uso de anticonceptivos orales durante al menos seis semanas antes de la cirugía para prevenir coágulos sanguíneos postoperatorios, considerando métodos anticonceptivos alternativos en ese periodo y consultando al médico sobre las mejores opciones disponibles.
- Evitar el consumo de alcohol y drogas recreativas.
- No usar aspirina y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos durante siete días antes de la biopsia hepática o cirugía, debido a su efecto sobre la coagulación sanguínea que puede aumentar el riesgo de sangrado; se puede recurrir al paracetamol si es necesario.
- No suspender ningún medicamento recetado sin la orientación del médico.
Consejos Postoperatorios
A diferencia de otros órganos, el hígado tiene la capacidad de regenerarse, por lo que la mayoría de los donantes verán su hígado volver a su tamaño original en cuestión de semanas tras la cirugía. Durante este periodo, es vital que el donante adopte un estilo de vida saludable. Algunos consejos tras la operación incluyen:
- Reanudar la actividad física tan pronto como sea posible para reducir el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
- Evitar viajes largos en automóvil o en avión hasta un mes después de la cirugía; en caso de necesidad, se recomienda realizar paradas cada hora para caminar durante un cuarto de hora en viajes largos por carretera durante los primeros tres meses.
- Caminar diariamente tanto como sea posible.
- Monitorear cualquier complicación que surja después de salir del hospital y comunicarse con los profesionales adecuados si se presentan síntomas como dolor abdominal nuevo, enrojecimiento, secreción en la herida, ictericia, fiebre, tos, dificultad para respirar, u otro problema médico.
- Evitar el alcohol y las drogas ilícitas.
- Realizar ejercicio moderado de forma regular, evitando actividades físicas intensas como levantar pesas durante los primeros tres meses.
- No levantar objetos que pesen más de 13 kilogramos durante los tres primeros meses postquirúrgicos.
- Seguir una dieta equilibrada que prevenga enfermedades que puedan afectar la salud y el hígado.
- Cumplir con las indicaciones del especialista en relación con las pruebas de sangre, especialmente en la primera semana después de dejar el hospital, seguidas de revisiones regulares durante el primer año para asegurar la recuperación del donante; es importante destacar que muchos donantes no se sentirán completamente recuperados en un periodo de entre 4 y 6 meses tras la cirugía.
- Evitar medicamentos y hierbas que puedan impactar el hígado, particularmente durante los primeros seis meses después de la cirugía.
- Las mujeres donantes deben evitar el embarazo durante el primer año tras la operación.
Seguimiento del Donante Posterior a la Cirugía
Las complicaciones a largo plazo tras la donación de parte del hígado son aún algo inciertas, dado que este tipo de procedimiento es relativamente reciente y el número de donaciones que se realizan anualmente es escaso. Es importante mencionar que se realizan diversas pruebas durante el primer año después de la cirugía para monitorear el crecimiento del hígado en el donante, las cuales se repetirán dos años después del procedimiento.