El Rey Zoser
Los faraones desempeñaron un papel crucial en la historia de Egipto, siendo considerados intermediarios entre los dioses y el pueblo. Uno de los monarcas más destacados de este periodo es el rey Zoser, quien perteneció a la Tercera Dinastía de Egipto. Sin embargo, la información sobre su vida es bastante escasa. Se cree que el gran pirámide de Saqqara, ubicada cerca de la capital, fue construida durante su reinado, y allí se le dio sepultura tras su fallecimiento.
El Rey Khufu
Conocido como uno de los faraones más célebres de Egipto, Khufu fue el segundo gobernante de la Cuarta Dinastía. Su reinado se extiende por un período de entre 23 y 34 años, durante los cuales amplió las fronteras de Egipto hasta la península del Sinaí. A él se le atribuye la construcción de la Gran Pirámide de Guiza, que es la más grande de todas las pirámides.
Durante el gobierno de la Cuarta Dinastía, Egipto experimentó un considerable florecimiento, con muchos proyectos siendo financiados. Tras su muerte, su hijo Djedefra le sucedió, aunque este gobernó por un breve tiempo antes de que su otro hijo, Jéfren, construyera la segunda pirámide en Guiza.
La Reina Hatshepsut
Una de las figuras más importantes entre los faraones, Hatshepsut fue la hija mayor del rey de la XVIII Dinastía, Tutmosis I. Se casó con su medio hermano Tutmosis II, quien tenía un hijo pequeño, Tutmosis III, que no pudo ascender al trono tras la muerte de su padre. Ante esta situación, Hatshepsut decidió proclamarse reina.
Durante su reinado, se vivieron largos períodos de paz y estabilidad, lo que le permitió concentrarse en el desarrollo del comercio, logrando así un notable florecimiento económico en Egipto durante su administración.
El Rey Tutmosis III
Considerado uno de los más grandes monarcas de la XVIII Dinastía, Tutmosis III es famoso por sus dotes de guerrero. Bajo su mandato, Egipto alcanzó su apogeo, expandiéndose hasta Siria y llegando al río Éufrates. También exploró a lo largo del Nilo, llegando hasta Sudán, y ordenó la construcción de numerosos templos.
El Rey Amenhotep III
Este rey también es reconocido por su amplia fama, siendo sus logros de carácter más cultural y diplomático que bélico. Su periodo de gobierno se extendió aproximadamente por 38 años, enfocándose en la arquitectura, la construcción y las artes.
El Rey Akhenatón
Hijo del rey Amenhotep III, fue conocido inicialmente como Amenhotep IV, pero decidió cambiar su nombre a Akhenatón, que significa «el que sirve a Atón». Este rey era profundamente religioso y tomó la decisión de trasladar la capital de Tebas a Amarna, denominándola «Horizonte de Atón». Su esposa, Nefertiti, tuvo un papel relevante durante su reinado.
El Rey Tutankamón
El rey Tutankamón adquiere una fama notable tras el descubrimiento de su tumba intacta en el Valle de los Reyes. En el tercer año de su reinado, decidió trasladar la capital de Amarna a Menfis, estableciendo aquí la sede administrativa del antiguo Egipto, cerca de la actual El Cairo. Emitió decretos para reabrir todos los templos y restaurar los derechos de los antiguos dioses.
El Rey Ramsés II
Uno de los más grandes monarcas de la XIX Dinastía, Ramsés II gobernó durante 67 años, durante los cuales no dudó en proclamarse a sí mismo como un dios. Fue también un formidable guerrero y dejó un legado arquitectónico impresionante, caracterizado por su opulencia y la utilización de diversas técnicas arquitectónicas.
La Reina Cleopatra VII
La última gobernante de la dinastía ptolemaica, Cleopatra VII, es recordada por su aguda inteligencia y habilidad política. Logró que Egipto disfrutara de un período de paz y prosperidad, aunque este no duró mucho, ya que optó por acabar con su vida, un acto que debilitó significativamente el imperio egipcio tras su muerte.