Efectos adversos del consumo de bicarbonato de sodio

Retención de líquidos en el organismo

Debido a que el bicarbonato de sodio contiene sodio, su consumo puede ocasionar la aparición de edemas (Edema en inglés), es decir, hinchazón resultante de la acumulación de líquidos en el cuerpo. Por lo tanto, se recomienda que las personas con insuficiencia cardíaca, enfermedades hepáticas o cualquier otra condición relacionada con la retención de líquidos usen el bicarbonato de sodio con precaución.

Ruptura gástrica

En casos extremadamente raros, la ingesta de bicarbonato de sodio puede afectar el sistema digestivo, pudiendo provocar la ruptura del estómago. Esto es especialmente cierto si se utiliza como antiácido después de una ingesta excesiva de alimentos y bebidas, ya que puede generar la liberación de gases en exceso. Cabe mencionar que la tasa de mortalidad asociada a la ruptura gástrica alcanza un 65%.

Cetoacidosis diabética

El bicarbonato de sodio incrementa la concentración de ácidos en la sangre, específicamente las cetonas, que están relacionadas con complicaciones del diabetes, donde los niveles de ácido en la sangre se encuentran significativamente elevados. Por lo tanto, es recomendable que las personas con esta condición eviten el bicarbonato de sodio.

Hipertensión arterial

El consumo de carbonato de sodio puede elevar los niveles de presión arterial, particularmente en aquellos individuos que ya padecen de hipertensión.

Disminución de la absorción de hierro

La ingesta de carbonato de sodio puede reducir la absorción de hierro. Por ello, se aconseja a las personas que toman suplementos de hierro espaciar el consumo de hierro y bicarbonato de sodio.

Otros efectos adversos

El consumo de bicarbonato de sodio puede provocar una serie de efectos secundarios adicionales, incluyendo:

  • Aumento de los niveles de sodio en sangre.
  • Disminución de los niveles de calcio en sangre.
  • Reducción de los niveles de potasio en sangre.
  • Espasmos musculares, que pueden ser causados por la baja concentración de calcio en el organismo.
  • Hinchazón y eructos.
  • Riesgo de acidosis intracraneal.
  • Desarrollo del síndrome de leche-alcalino.
  • Potencial empeoramiento de la insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Posibilidad de hemorragias cerebrales.

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