Actividades de la Noche del Poder
Lectura del Sagrado Corán
Una de las actividades más significativas que los musulmanes pueden realizar durante el mes de Ramadán y en esta noche especial es dedicarse a la lectura del Sagrado Corán. Este acto de recitación, reflexión y estudio es fundamental, ya que refleja la práctica del profeta Muhammad -la paz sea con él-, quien cada Ramadán era visitado por el arcángel Gabriel -la paz sea con él-, que revisaba con él el Corán. En el año en que el profeta falleció, esta revisión tuvo lugar dos veces. Los eruditos han mencionado que la recitación del Corán durante el mes de Ramadán es uno de los indicios de generosidad, según un hadiz auténtico relatado por Ibn Abbas -que Allah esté complacido con él-, donde se afirma que: “El profeta Muhammad -la paz sea con él- era el más generoso en hacer el bien, y su generosidad aumentaba en el mes de Ramadán, pues el arcángel Gabriel lo visitaba cada noche hasta que finalizaba el mes y le presentaba el Corán. Cuando Gabriel lo encontraba, era más generoso en el bien que el viento que sopla”. Ibn Hajar -que Allah tenga misericordia de él- explica que la razón de ello es que estudiar el Corán renueva el compromiso del individuo y enriquece el alma, lo cual es una fuente de generosidad. Los creyentes piadosos solían mostrar especial atención a la lectura del Corán durante Ramadán. Se relata que el Imam Shafi’i solía completar el Corán sesenta veces durante este mes, y el Imam Malik, al inicio del Ramadán, cerraba sus libros, abandonaba las sesiones de estudio y se dedicaba exclusivamente a la lectura y estudio del Sagrado Corán.
Oración Nocturna
Allah -el Altísimo- anima a sus fieles a mantenerse en oración durante la noche, considerándola un honor para el creyente, ya que es un medio para acercarse a Él y recibir recompensas significativas. Además, ayuda a enfrentar las dificultades de la vida. La oración nocturna es especialmente recomendable en momentos benditos como el mes de Ramadán y la Noche del Poder. El profeta -la paz sea con él- alentó a los musulmanes a realizar oraciones durante Ramadán del mismo modo que recomendó el ayuno, diciendo: “Quien reza en la Noche del Poder con fe y esperanza de recompensa, se le perdonarán sus pecados anteriores”. El profeta -la paz sea con él- realizaba la oración de Tarawih con sus compañeros en varias ocasiones y luego la dejó, temiendo que se impusiera como obligación o que algunos creyeran que debía realizarse únicamente en la mezquita. La gente continuó realizando oraciones individuales hasta la época de Omar ibn al-Jattab -que Allah esté complacido con él-, quien los organizó bajo la dirección de dos imanes: Ubayy ibn Ka’b y Tamim ad-Dari. Se recomienda que los musulmanes se reúnan en la mezquita para la oración nocturna, especialmente en el mes de Ramadán, después de la oración de Isha.
Recitación y Oración
Las recompensas en Ramadán se multiplican, y es un tiempo en el que Allah -el Altísimo- escucha las oraciones de sus fieles. Por lo tanto, es recomendable que los musulmanes aprovechen este mes mediante la abundante oración y el recuerdo de Allah, buscando Su misericordia y perdón. El profeta -la paz sea con él- instruyó a los creyentes a aumentar sus súplicas en general, y a pedir específicamente a Allah la entrada al Paraíso y la salvación del fuego. Esta práctica debe mantenerse durante todo el año, incluyendo el recuerdo tras las oraciones, antes de dormir, al amanecer y al atardecer. Las mejores invocaciones son las mencionadas en el Corán como “las perdurables” que se refieren a: “Subhan Allah, Alhamdulillah, La ilaha illa Allah, Allahu Akbar, La hawla wa la quwwata illa billah”. La Noche del Poder es especialmente propicia para que Allah -el Altísimo- escuche las oraciones. Se narra que Aisha -que Allah esté complacido con ella- preguntó al profeta -la paz sea con él- qué debía decir en la Noche del Poder si la alcanzaba, y él respondió: “Di: Oh Allah, Tú eres perdonador y generoso, y amas el perdón. Perdoname”. Las súplicas son más aceptadas durante el ayuno y el momento de romper el ayuno, por lo que se recomienda aumentar su frecuencia.
Caridad
La práctica de la caridad es apreciada en todos los días del mes de Ramadán, pero alcanza su máxima recomendación y virtud en los últimos diez días. Es más valorada que en los días anteriores. La abundancia en la caridad está en línea con el verso: “La Noche del Poder es mejor que mil meses”, ya que las buenas acciones realizadas durante esta noche son superiores a las de mil meses de adoración, como se mencionó previamente. Se aconseja aprovechar esta gran recompensa incrementando los actos de caridad y ayudando a los demás.
Aislamiento Espiritual
El aislamiento espiritual es válido a lo largo del año, pero se convierte en un acto más recomendando durante los últimos diez días de Ramadán, ya que incluye la Noche del Poder. Se ha narrado que Aisha -que Allah esté complacido con ella- dijo: “El profeta -la paz sea con él- solía aislarse en los últimos diez días de Ramadán hasta que Allah lo llamó”. Después de su fallecimiento, sus esposas continuaron la práctica del aislamiento. Este acto es obligatorio si se hace por un voto y es válido sin ayuno, aunque es mejor hacerlo estando en ayuno, debido a su gran mérito. El aislamiento espiritual fue ordenado por Allah también en comunidades anteriores a la nación de Muhammad -la paz sea con él-. Los eruditos están de acuerdo en que el aislamiento espiritual es una Sunnah tanto para hombres como para mujeres. Aisha -que Allah esté complacido con ella- narró que el profeta -la paz sea con él- mencionó que debería aislarse en los últimos diez días de Ramadán y accedió a la solicitud de Aisha para que ella lo hiciera. Allah -el Altísimo- establece el aislamiento para múltiples propósitos, como liberar el corazón de las preocupaciones mundanas y centrarse en la adoración a Él, disfrutando de Su presencia y dedicándose a recordar y reflexionar sobre Su benevolencia.
Guía del profeta Muhammad -la paz sea con él- en la Noche del Poder
El profeta -la paz sea con él- solía esforzarse en las buenas obras durante el mes de Ramadán, pero intensificaba sus esfuerzos durante los últimos diez días. Aisha -que Allah esté complacido con ella- describió su comportamiento al inicio de esta periodo, diciendo: “Cuando llegaban los diez últimos días, el profeta ajustaba su cinturón, pasaba la noche en adoración y despertaba a su familia”. Ibn Hajar comenta que este hadiz indica la constancia en la oración durante estos días, buscando concluir el mes de manera virtuosa. Durante estos días, el profeta -la paz sea con él- solía aislarse en la mezquita para dedicarse a la adoración, el recuerdo y las súplicas, buscando alcanzar la Noche del Poder y el perdón de Allah -el Altísimo-, a la vez que despertaba a sus esposas para que le acompañaran en la oración.
Importancia de la Noche del Poder
Allah -el Altísimo- ha considerado la Noche del Poder más valiosa que las demás noches del año debido a sus características únicas que la distinguen. Entre ellas encontramos:
- En ella se reveló el Corán, tal como dice Allah: “Ciertamente, lo hemos revelado en la Noche del Poder”. Esto demuestra su grandeza y honor.
- Las buenas acciones realizadas en esta noche se consideran equivalentes a las de más de mil meses, lo que supera los ochenta años. Las acciones en esta noche se multiplican; Allah dice: “La Noche del Poder es mejor que mil meses”.
- Allah -el Altísimo- abre en ella las puertas del bien y del perdón, y las recompensas se multiplican; se ha establecido que la oración en esta noche es un medio para expiar los pecados. En un hadiz auténtico, Abu Huraira -que Allah esté complacido con él- relata que el profeta -la paz sea con él- dijo: “Quien reza en la Noche del Poder con fe y esperanza de recompensa, se le perdonarán sus pecados, así como quien ayuna durante Ramadán con fe y esperanza de recompensa, se le perdonarán sus pecados anteriores”.