Riesgos de Inhalar Gas Helio
La inhalación de gas helio puede ser peligrosa y, en algunos casos, mortal. La gravedad del riesgo varía según la fuente de la que se inhala el gas. Los efectos adversos asociados a la inhalación de helio de globos generalmente incluyen la producción de un sonido agudo y la sensación de mareo al inhalar helio puro en lugar de oxígeno. Si se inhala una cantidad significativa de helio, esto puede resultar en una disminución del oxígeno que llega a los pulmones, lo que puede llevar a un síncope. Si no ocurre una lesión craneal severa, los daños pueden limitarse a un dolor de cabeza y sequedad en las vías nasales. Sin embargo, inhalar helio de un cilindro de gas a presión representa un riesgo mucho mayor. Dado que la presión del gas es considerablemente más alta que la del aire, el helio puede ingresar a los pulmones, causando hemorragias o incluso su ruptura.
Precauciones al Utilizar Gas Helio
El uso de gas helio conlleva ciertos peligros, por lo que se recomienda utilizarlo bajo la supervisión de un médico licenciado que tenga experiencia en la administración del helio, así como conocimientos sobre sus indicaciones, efectos, dosis, controlles, riesgos, efectos secundarios y precauciones necesarias al manejar este gas. Algunas recomendaciones que pueden ser útiles al manipular gas helio son las siguientes:
- Almacenar y utilizar el gas en un área bien ventilada.
- Utilizar equipos que resistan la presión del gas.
- Incorporar dispositivos de prevención del flujo inverso en las tuberías.
- No permitir que la temperatura del cilindro supere los 52 grados Celsius.
Información General sobre el Gas Helio
El helio se representa con el símbolo químico (He) en inglés y es un elemento químico que pertenece al grupo de los gases nobles, específicamente al grupo 18 de la tabla periódica, también conocidos como gases inertes. Este gas es incoloro, insípido e inodoro, y se convierte en estado líquido a temperaturas de -268.9 grados Celsius. Además, posee el punto de ebullición y congelación más bajos que cualquier otra sustancia conocida, siendo el único elemento que no puede solidificarse mediante un enfriamiento adecuado a presión atmosférica normal.