¿Existen alimentos que causan cáncer?
La predisposición genética y el historial familiar son factores que contribuyen al desarrollo de tumores malignos. Sin embargo, una revisión publicada en la revista Annals of Agricultural and Environmental Medicine en 2019 indica que aproximadamente el 80-90% de los casos de cáncer son causados por factores ambientales externos. Es importante señalar que ciertos alimentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad, que están relacionados con ciertos tipos de cáncer. Además, algunos otros alimentos contienen sustancias cancerígenas, que son compuestos dañinos con la capacidad de inducir cáncer. A continuación, se enumeran algunos de estos alimentos:
Carnes procesadas
Las carnes procesadas se definen como cualquier tipo de carne que ha sido conservada mediante ahumado, salazón, curado o enlatado. La mayoría de las carnes procesadas son carnes rojas. Ejemplos incluyen:
-
- Salchichas.
- Salami.
- Chorizo.
- Carne de res preservada.
- Carne seca.
Alimentos fritos
Cuando los alimentos ricos en almidón se cocinan a altas temperaturas, como al freír, hornear o tostar, se forma un compuesto conocido como acrilamida. Los alimentos fritos, especialmente los ricos en almidón, tienen un alto contenido de este compuesto, como las papas fritas y las patatas chip. Un estudio publicado en 2018 en la revista Frontiers in Nutrition, que se realizó en animales, indicó que la acrilamida es un agente cancerígeno, aunque no existen suficientes investigaciones sobre los riesgos para la salud en humanos.
Productos lácteos
Una revisión publicada en 2015 en The American Journal of Clinical Nutrition sugirió que el consumo elevado de productos lácteos, como leche, lácteos bajos en grasa, quesos y otras fuentes de calcio derivadas de lácteos, puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, se requieren más estudios para confirmar esta relación en subtipos específicos de cáncer de próstata.
Edulcorantes artificiales
Las altas cantidades de edulcorantes artificiales, incluidos el aspartame, la sacarina y los ciclamatos, pueden incrementar el riesgo de cáncer de vejiga en ratas de laboratorio cuando se consumen en grandes cantidades. Sin embargo, el impacto en los humanos no es el mismo, ya que los edulcorantes artificiales son considerados seguros para el consumo.
Alimentos procesados, en conserva o salados
Las carnes procesadas o en conserva contienen nitratos, y el consumo excesivo de nitratos se ha vinculado con un mayor riesgo de cáncer, especialmente cáncer de colon. Por lo tanto, se recomienda limitar la ingesta de carnes procesadas debido a su alto contenido de grasas y sal, ya que el consumo excesivo de sal está asociado con un riesgo elevado de cáncer de estómago, y debe ser consumido con moderación.
Alimentos carbonizados o asados
Estos alimentos contienen compuestos carcinógenos conocidos como hidrocarburos aromáticos policíclicos. Por ello, se sugiere que se utilicen técnicas de cocción a temperaturas relativamente bajas y se limite el consumo de carnes y alimentos asados al carbón. Métodos de cocción a baja temperatura incluyen la cocción al vapor, hervido, horneado y microondas.
¿Existen alimentos que reducen el riesgo de cáncer?
A pesar de que hay muchos alimentos que pueden ayudar a disminuir la propagación y el crecimiento de células cancerosas, la investigación actual se limita a estudios de laboratorio, en animales y observacionales. Es necesario realizar más estudios para comprender cómo estos alimentos impactan el desarrollo del cáncer en humanos. A continuación, se mencionan algunos alimentos que pueden reducir el riesgo de cáncer:
Verduras y frutas
Las verduras y frutas son ricas en vitaminas y nutrientes que pueden contribuir a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Se recomienda consumir verduras y frutas como refrigerios en lugar de alimentos procesados o azucarados. La dieta mediterránea, centrada en alimentos vegetales como frutas, verduras, granos enteros, legumbres y nueces, también se asocia con una reducción del riesgo de cáncer. Aquellas personas que siguen esta dieta tienden a optar por aceite de oliva en lugar de mantequilla y pescado en lugar de carnes rojas.
Pescados grasos
Los pescados grasos, como el salmón, el atún y la caballa, son ricos en ácidos grasos omega-3, que están relacionados con una disminución del riesgo de cáncer de próstata. Un estudio publicado en 2006 en el International Journal of Cancer indicó que el consumo constante de pescados grasos y ácidos grasos marinos ayuda a reducir este riesgo.
Aceite de oliva
Una revisión publicada en 2011 en Lipids in Health and Disease encontró que el consumo de aceite de oliva se asocia con una menor incidencia de cáncer de mama y cáncer gastrointestinal. Sin embargo, no hay información suficiente sobre si son los ácidos grasos monoinsaturados o los componentes antioxidantes del aceite de oliva los responsables de estos efectos beneficiosos.
Alimentos ricos en fibra
Los alimentos ricos en fibra, como los granos enteros, legumbres y verduras, están relacionados con una disminución del riesgo de cáncer de colon. Un estudio publicado en 2015 en The American Journal of Clinical Nutrition demostró que el consumo elevado de fibra dietética ayuda a reducir el riesgo de cáncer de colon, cáncer colorrectal adenocarcinoide y cáncer de colon distal. Es posible que los efectos de la fibra dietética, especialmente de fuentes de granos y frutas, comiencen incluso antes en el desarrollo del cáncer de colon.
Nueces y semillas
Un estudio publicado en 2015 en el British Journal of Nutrition encontró que el consumo de nueces está asociado con una reducción del riesgo de cáncer y las tasas de mortalidad derivadas de esta enfermedad en personas con diabetes, obesidad, síndrome metabólico y fumadores.
En cuanto al papel de las semillas, un estudio publicado en 2011 en Nuts and Seeds in Health and Disease Prevention evidenció que muchos componentes de las semillas desempeñan un papel importante en la reducción del riesgo de cáncer, especialmente los compuestos fenólicos o polifenoles, que poseen propiedades anticancerígenas debido a sus actividades antioxidantes y antiinflamatorias.
Para obtener más información, puede leer el artículo sobre la fruta que combate el cáncer.
¿Cómo se puede reducir el riesgo de cáncer?
Si bien la dieta es fundamental para reducir el riesgo de cáncer, otras prácticas saludables también pueden contribuir a esta reducción. Algunas de estas prácticas son:
- Aumentar la actividad física: El ejercicio regular puede ayudar a controlar el peso, mejorar los niveles hormonales y fortalecer el sistema inmunológico, contribuyendo a reducir el riesgo de cáncer.
- Mantener un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad están asociados con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el de colon, mama, próstata, páncreas, endometrio, riñón, vesícula biliar, esófago y ovarios.
- Evitar la exposición a toxinas industriales y ambientales: como las fibras de asbesto, benceno, aminas aromáticas y bifenilos policlorados.
- Dormir lo suficiente: La falta de sueño puede llevar al aumento de peso, un factor de riesgo para el cáncer.
- Dejar de fumar: Las personas que dejan de fumar, sin importar su edad, tienden a vivir más que aquellas que continúan fumando. Además, dejar este hábito disminuye el riesgo de cáncer de pulmón, laringe, esófago, boca, páncreas, vejiga y cuello uterino. El tabaco contiene más de 4000 compuestos químicos y 43 sustancias cancerígenas.
- Limitar el uso de sal: Se debe evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, ahumados y conservados con nitritos, ya que su ingesta está relacionada con un aumento en el riesgo de cáncer de estómago y esófago.