Los Poetas Más Famosos de las Mohsahatas Andaluzas

Poetas de la Muwashshah Andaluza

Entre los poetas más destacados de la poesía de muwashshah andaluza, se encuentran las siguientes figuras:

Lisān ad-Dīn al-Khātib

Lisān ad-Dīn al-Khātib, cuyo nombre completo es Muhammad ibn Abdullah ibn Said al-Salamani al-Garnati, tiene raíces que se remontan a los árabes de Yemen, quienes emigraron a Al-Ándalus y se establecieron en Córdoba, desplazándose posteriormente a Toledo y, finalmente, a Granada. Nació en la localidad de Lusha, situada al oeste de Granada, en el año 713 de la Hégira, en un entorno familiar rico en conocimiento, literatura y distinción.

Al-Khātib menciona en varias ocasiones en sus obras que su hogar era apodado «la casa de los Banu al-Wazir», un título que proviene de su abuelo Said, considerado el primer miembro de la familia en asentarse en Lusha. Este último fue un hombre sabio y piadoso, lo que le valió el sobrenombre de “el orador”.

Lisān ad-Dīn ocupó el cargo de presidente del diwan, destacándose en esta función y alcanzando una posición elevada. Gozó de la atención y la confianza del sultán Abu al-Hajjaj Yusuf ibn al-Ahmar, quien lo nombró su secretario y representante en las bibliotecas reales, recibiendo de su generosidad grandes beneficios.

El Ciego de Tutila

Conocido como Ahmed ibn Abdullah ibn Abī Hurayrah, aunque también se le llama a veces Abu Ja’far y Abu al-Abbas, su legado proviene de Tudela, donde se encuentran sus raíces familiares, y de Sevilla, ciudad a la que emigraron. Su ceguera se convirtió en un rasgo característico de su identidad, dándole así el apodo “el ciego de Tutila”. Sin embargo, la ceguera para él no fue únicamente una limitación, sino que contribuyó a la formación de su carácter. Las fuentes indican que era un hombre satisfecho y paciente, raramente quejándose de su condición, excepto en los momentos más difíciles de su vida.

Un claro ejemplo de su actitud se refleja en su verso:

“Tengo satisfacción en Dios que no se ve alterada por ninguna vestimenta”

Pasó la mayor parte de su vida bajo el régimen de los Almorávides, quienes gobernaron Al-Ándalus y Marruecos durante un siglo. En su obra, se pueden encontrar referencias a los príncipes y jueces de su tiempo, con un enfoque especial en Sevilla.

Sin embargo, también realizó viajes hacia otras ciudades andaluzas para rendir homenaje a algunos mecenas locales. Durante uno de esos viajes estuvo acompañado por un poeta contemporáneo admirador suyo, Abu al-Qasim al-Hadrami al-Munishi. Posteriormente, el ciego de Tutila se trasladó a Córdoba, donde elogió la generosidad y valentía del juez Ibn Hamidín.

Abad ibn Ma’ al-Samā’

Conocido como Abu Bakr Abad ibn Abdullah ibn Abad, y popularmente llamado «hijo de Ma’ al-Samā'», existen versiones sobre el lugar de su nacimiento, ya que algunos indican Málaga y otros Córdoba, en el año 304 de la Hégira. Este poeta recibió instrucción de Abu Bakr al-Zubaydi y adquirió una notable destreza en la poesía, siendo uno de los más destacados en el elogio de los ‘Amiríes’, descendientes de al-Mansur ibn Abi ‘Amir.

También se destacó al alabar al rey de Málaga, Ali ibn Hamud al-Fatimi. Una de las características más notables de ibn Ma’ al-Samā’ es su habilidad para componer muwashshah en una época en que esta forma poética aún era muy sencilla, convirtiendo las muwashshah en elementos esenciales de sus composiciones. Es importante mencionar que es conocido por su obra «Noticias de los Poetas de Al-Ándalus» y por su talento en diversas áreas, incluyendo la astrología y la música.

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