¿Qué es el proceso de FIV (Fecundación In Vitro)?
La fecundación in vitro (FIV) representa una de las técnicas de reproducción asistida, donde se lleva a cabo la fertilización del óvulo por el espermatozoide fuera del útero. Posteriormente, el óvulo fertilizado se reintroduce en el útero para aumentar las probabilidades de un embarazo exitoso. Generalmente, se intentan otras alternativas de reproducción asistida antes de recurrir a la FIV.
Existen diversas razones que pueden justificar la realización de este proceso de reproducción, que incluyen:
- Obstrucción o daño en las trompas de Falopio.
- Baja fertilidad en mujeres mayores de 40 años.
- Alteraciones en la función ovárica.
- Fibromas uterinos.
- Endometriosis.
- Infertilidad de origen desconocido.
- Disminución de la fertilidad en el hombre, como anomalías en la forma de los espermatozoides o baja cantidad de estos.
- Riesgo de transmisión de enfermedades genéticas graves al feto.
Pasos del proceso de FIV
El proceso de FIV se compone de una serie de pasos precisos que se pueden clasificar en cinco etapas principales. A continuación, se presenta una descripción simplificada de cada una:
- Estimulación ovárica:
La estimulación ovárica requiere entre una y dos semanas para obtener el número adecuado de óvulos. Normalmente, una mujer produce un óvulo en cada ciclo menstrual, pero en este caso, se administran medicamentos para estimular la producción de múltiples óvulos que el médico podrá recolectar.
- Extracción de óvulos:
Luego de seguir el desarrollo de los óvulos mediante ecografía y análisis de sangre, se procede a la extracción de los óvulos de los ovarios antes de que ocurra la ovulación de forma natural. En este paso, se utiliza un ultrasonido para guiar una aguja delgada hacia los folículos que contienen los óvulos, y se aspiran mediante la aguja.
- Preparación de la muestra de semen:
El hombre proporciona una muestra de semen el día de la extracción de los óvulos, y esta muestra se procesa para separar los espermatozoides del líquido seminal.
- Fertilización:
En esta etapa, se juntan los espermatozoides con los óvulos para que se produzca la fecundación. Esto puede realizarse mediante la mezcla de ambos y su incubación durante un día, o a través de la inyección de un espermatozoide sano directamente dentro del óvulo. El médico puede realizar algunas pruebas a los embriones en esta fase para garantizar su viabilidad.
- Transferencia de embriones:
De dos a cinco días después de la recolección y fecundación de los óvulos, se lleva a cabo la transferencia de los embriones al útero utilizando un catéter delgado y largo. Si la FIV tiene éxito, el óvulo fertilizado se implantará en la pared del útero aproximadamente entre seis y diez días después de la transferencia.
Tasas de éxito en el proceso de FIV
La tasa de éxito de la FIV depende de una variedad de factores únicos para cada caso, como las causas de la infertilidad y cualquier trastorno reproductivo que puedan tener los pacientes. Además, la edad de la mujer tiene un impacto significativo en la tasa de éxito, ya que las probabilidades de éxito disminuyen a medida que avanza la edad. Según los últimos informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., la tasa de éxito de la FIV en 2018 se estimó en alrededor del 50% para mujeres menores de 35 años. Asimismo, se observó un incremento en el número de nacimientos mediante técnicas de reproducción asistida, alcanzando los 83,946 bebés en 2019.
Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI)
La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es una técnica relativamente moderna que puede ser empleada para facilitar la fertilización del óvulo y aumentar las tasas de éxito de la FIV. En esta técnica, se inyecta un único espermatozoide directamente en el óvulo utilizando una aguja muy fina. Luego, se deja que el óvulo se divida y crezca fuera del útero durante un periodo de uno a cinco días antes de la transferencia de los embriones.
Es fundamental mencionar que la principal diferencia entre la FIV y la ICSI radica en el método de fecundación; en FIV se fertilizan los óvulos al combinarse con los espermatozoides en un plato de laboratorio, mientras que en la ICSI se inyecta un espermatozoide específico en el óvulo. Esto podría usarse como un paso dentro del proceso de FIV en lugar del método de fertilización tradicional. Las razones que pueden requerir el uso de ICSI incluyen:
- Disminución severa en el número de espermatozoides en el hombre.
- Alteraciones en la movilidad de los espermatozoides.
- Incapacidad de los espermatozoides para atravesar la membrana externa del óvulo.
- Obstrucción de los conductos reproductivos del hombre que impide la eyaculación de espermatozoides.
Pasos del proceso de ICSI
Los pasos de la ICSI también se pueden dividir en cinco etapas principales, como se detalla a continuación:
- Colocación del óvulo maduro en un tubo muy delgado.
- Captura de un espermatozoide usando una aguja extremadamente fina y vacía.
- Perforación de la membrana del óvulo con la aguja.
- Inserción del espermatozoide en el óvulo, retirando la aguja con cuidado.
- Monitoreo del óvulo al día siguiente para confirmar el éxito del proceso y prepararse para la siguiente etapa, que es la transferencia de los embriones al útero.
- Realización de pruebas que confirmen el éxito del embarazo tras el tiempo necesario para la implantación del óvulo en el útero y la aparición de resultados positivos de embarazo.
Tasa de éxito de la ICSI
El uso de la técnica ICSI contribuye a aumentar la tasa de éxito de la fertilización in vitro. La tasa de éxito de la inyección de un espermatozoide en el óvulo se estima entre un 70% y un 80%. Con respecto a la tasa de éxito de embarazo, no difiere de la tasa general de éxito de la FIV. Uno de los factores críticos para el éxito de la ICSI es que el hombre tenga espermatozoides viables. Sin embargo, existe un pequeño riesgo de que el proceso falle debido a posibles daños al óvulo durante la inserción de la aguja.
Inseminación intrauterina (IIU)
La inseminación intrauterina es otra técnica de reproducción asistida, en la que se introduce el semen directamente dentro del útero durante los días fértiles para aumentar las probabilidades de concepción. En este método, los espermatozoides deben desplazarse hacia las trompas de Falopio para fertilizar el óvulo. Esta técnica puede realizarse junto con medicamentos para la fertilidad o mediante el seguimiento del ciclo ovulatorio natural.
Entre las razones que pueden llevar a implementar la inseminación intrauterina, se encuentran:
- Infertilidad de origen desconocido.
- Baja fertilidad asociada con endometriosis.
- Baja fertilidad moderada en el esposo.
- Baja fertilidad relacionada con trastornos en el cuello uterino.
- Trastornos ovulatorios.
- Reacción alérgica al semen en la mujer.
Pasos del proceso de inseminación intrauterina
La inseminación intrauterina puede requerir que la mujer reciba tratamiento con medicamentos para la fertilidad o estimulación ovárica antes de realizar el procedimiento. Se monitoriza la ovulación mediante ecografías o análisis de sangre para determinar el momento adecuado para llevar a cabo el proceso. Los pasos son los siguientes:
- Recolección de muestra de semen:
El día del procedimiento, el hombre proporciona una muestra de semen en la clínica, o puede recolectarla en casa en un recipiente especial y estéril, asegurándose de que la muestra llegue al laboratorio dentro de la hora posterior a la recolección.
- Preparación de la muestra de semen:
La muestra es limpiada en el laboratorio para eliminar impurezas y dejar solo los componentes esenciales para la fecundación.
- Inseminación del semen en el útero:
Una vez que la muestra de semen ha sido preparada, se introduce un tubo largo y flexible en el útero, y se inyecta la muestra en el interior del útero para que los espermatozoides puedan trasladarse hacia el óvulo para su fertilización.
Tasa de éxito de la inseminación intrauterina
La tasa de éxito de la inseminación intrauterina depende de numerosos factores, lo que puede resultar en una variabilidad significativa entre los pacientes. En general, se estima que la tasa de éxito oscila entre un 5% y un 15%. Algunos de los factores principales que pueden influir en esta tasa incluyen:
- La edad, ya que a mayor edad de la mujer, disminuyen las probabilidades de éxito, especialmente después de los 40 años.
- La causa que llevó a optar por esta técnica y la fertilidad de ambos miembros de la pareja.
- La utilización de medicamentos para la fertilidad antes del procedimiento.
- El número de veces que se repite el procedimiento.
Resumen del artículo
En las últimas décadas, se han desarrollado numerosas técnicas de reproducción asistida que han incrementado las tasas de fecundidad en personas que enfrentan problemas de fertilidad. La elección del método más adecuado para facilitar el embarazo, como la inseminación intrauterina, la fecundación in vitro o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, depende de la situación de la pareja y de las razones específicas de su infertilidad. La tasa de éxito de los métodos mencionados varía en función de distintos factores.