¿Contienen las hierbas hormonas estrogénicas?
Ciertas hierbas y suplementos incluyen compuestos conocidos como fitoestrógenos, que actúan de manera similar al estrógeno. Estos compuestos pueden ayudar a regular los niveles de estrógeno en el organismo y también a aliviar los síntomas de la menopausia en las mujeres.
El estrógeno es un conjunto de hormonas que desempeñan un papel crucial en el crecimiento y el desarrollo sexual normal en las mujeres. Además de su función en la regulación del ciclo menstrual, el estrógeno influye en el sistema reproductivo, urinario, cardiovascular, óseo, en las mamas, la piel, el cerebro, entre otros.
En general, todavía no se ha determinado el impacto exacto de estos compuestos vegetales sobre los niveles de estrógeno o sus respectivas funciones en el cuerpo. Además, se carece de suficientes estudios que respalden la seguridad de su consumo, por lo que es necesaria la realización de más investigaciones en este ámbito.
Es importante destacar que no se recomienda el uso de hierbas y suplementos sin la consulta previa de un médico especializado, hasta que se demuestre su seguridad y eficacia a través de ensayos clínicos adecuados.
Hierbas que contienen fitoestrógenos
A continuación, se enumeran algunas hierbas que presentan efectos similares al estrógeno, gracias a los compuestos que contienen:
- Regaliz: Este ingrediente posee cantidades significativas de fitoestrógenos, que tienen un efecto similar al estrógeno en el organismo, aunque su efectividad aún no ha sido confirmada. Un estudio publicado en la revista Health Care for Women International en 2013, basado en ensayos clínicos, sugiere que el regaliz puede ser beneficioso para mitigar los sofocos postmenopáusicos, aunque la terapia hormonal mostró mejores resultados en cuanto a duración e intensidad de los sofocos en comparación con el regaliz. Se requieren más estudios para corroborar su eficacia.
- Ginkgo: También conocido como Ginkgo biloba, es uno de los árboles más antiguos del planeta, disponible en varias formas como tabletas, extractos, cápsulas o infusiones. Es importante no consumir Ginkgo crudo o tostado debido a su potencial toxicidad. En relación con su efecto estrogénico, una investigación publicada en Life Sciences en 2004 sugiere que los fitoestrógenos presentes en el Ginkgo podrían ser beneficiosos para mujeres con desajustes hormonales, aunque esta afirmación todavía requiere validación mediante más estudios.
- Moringa: Un estudio publicado en la revista Der Pharmacia Sinica en 2019 mostró que el consumo de productos de moringa aumentó los niveles de estrógeno tanto en hombres como en mujeres, manteniendo un patrón adecuado y saludable en la producción de células sanguíneas.
- Ginseng: Esta hierba es famosa por sus numerosas propiedades beneficiosas. Las mezclas herbales suelen elaborarse a partir de sus raíces secas. Se atribuyen sus beneficios a un compuesto esteroide denominado ginsenosido Rg1, que presenta efectos similares al estrógeno, según una investigación publicada en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism en 2002. La misma estudio sugiere que este compuesto podría clasificarse como un nuevo tipo de fitoestrógeno; sin embargo, se debe tener en cuenta que estos resultados son preliminares y carecen de confirmación en humanos.
- Hinojo y anís: Un estudio en Journal of Ethnopharmacology indica que el componente principal del hinojo y el anís, el anetol, actúa como un potenciador del estrógeno. Sin embargo, investigaciones adicionales han sugerido que los polímeros de anetol, como el dianetol y el fotoanetol, son responsables de este efecto.
Consejos para aumentar los niveles de estrógeno
A continuación, algunas recomendaciones que pueden contribuir a elevar los niveles de estrógeno en el organismo:
- Mantener un peso saludable, ya que un bajo peso puede resultar en una reducción significativa de los niveles de estrógeno.
- Evitar el exceso en la práctica de ejercicio físico, ya que el ejercicio excesivo es una de las principales causas de disminución en la producción de estrógeno; se sugiere hacer ejercicio de manera moderada.
- Consumir alimentos ricos en fitoestrógenos; como se mencionó anteriormente, algunas hierbas contienen estos compuestos, y también se encuentran en ciertas legumbres y semillas, tales como frijoles, soya y productos derivados, lentejas, granos integrales y semillas, especialmente las de lino, centeno y mijo.
- Asegurarse de obtener suficientes vitaminas y minerales, ya que la producción de estrógeno depende de varias vitaminas y minerales, incluidos los grupos de vitaminas B, vitamina D y el mineral boro, entre otros.