¿Pueden las gatas sentir depresión?
Sí, las gatas pueden experimentar depresión de manera similar a los seres humanos. Al igual que nosotros, los felinos pueden enfrentar problemas de salud física y mental, incluidas la depresión y la ansiedad. Algunos factores que pueden contribuir a la aparición de síntomas de depresión en las gatas son:
- La pérdida de un ser querido.
- La mudanza a un nuevo hogar.
- Cambios en la salud física.
Manifestaciones de la depresión en gatas
Existen diversos signos que pueden indicar que una gata está experimentando depresión:
Cambio en vocalización
Es posible que la gata maulle más o menos de lo habitual. Estas vocalizaciones suelen ser aullidos tristes y de tono bajo. Otras gatas pueden volverse más silenciosas, mientras que aquellas que son más calladas podrían llegar a vocalizar con mayor intensidad. Además, el ronroneo no siempre indica felicidad, ya que una gata infeliz también puede ronronear como mecanismo para calmarse.
Lenguaje corporal
A menudo, el lenguaje corporal de una gata puede reflejar su tristeza. Existen varias posturas en los ojos, las orejas, el pelaje y el cuerpo que pueden indicar estado anímico negativo. Por ejemplo, las orejas caídas hacia atrás, la cola encorvada y el pelaje erizado son formas de comunicación silenciosa que expresa un estado emocional de tristeza.
Agresividad o miedo
Las gatas que se sienten tristes pueden mostrar comportamientos agresivos o temerosos. Si observas cambios en el comportamiento de tu gata que parecen indicar miedo o agresividad inusuales, esto podría ser una señal de que está pasando por una tristeza emocional.
Necesidad de atención o conducta evasiva
Es común que una gata triste pierda interés en actividades que solía disfrutar, volviéndose más aislada y propensa a esconderse. Las gatas que normalmente son tranquilas pueden volverse más pegajosas o exigentes, mientras que otras pueden manifestar un aumento en su temor hacia extraños.
Exceso de sueño
Las gatas suelen dormir muchas horas; sin embargo, una gata deprimida podría dormir aún más. Un cambio en el lugar donde prefiere dormir también puede ser un indicador de que se siente triste.
Reducción del autocuidado
Esto puede ser una señal de infelicidad o problemas de salud. Las gatas que no se encuentran bien a menudo dejan de asearse, lo que puede resultar en un pelaje desaliñado.
Alteraciones en el apetito
Si una gata deja de comer o muestra un cambio súbito en su apetito, esto puede ser señal de que no está contenta. Las gatas tristes a menudo ignoran alimentos que antes disfrutaban e incluso pueden perder el interés en sus comidas favoritas.
Variaciones en la frecuencia de la micción
Una gata que atraviesa un estado emocional difícil puede comenzar a orinar en lugares inapropiados como una forma de expresar su malestar. Aunque existen diversas razones por las cuales una gata puede orinar fuera de su caja de arena, la ansiedad, la depresión y la tristeza son las causas más comunes.
Rascado excesivo
Si tu gata parece estar rascando más de lo habitual, esto puede ser un intento de aliviar el estrés asociado con su depresión. Estas señales de comportamiento pueden surgir si hay una condición de salud subyacente que deba abordarse. Las gatas, al ser presas de depredadores más grandes, han desarrollado la capacidad de ocultar muy bien cualquier síntoma de enfermedad física. Por ello, es esencial que un veterinario realice una evaluación y pruebas diagnósticas para descartar cualquier problema médico subyacente.
¿Pueden las gatas domésticas sufrir de depresión?
Identificar la depresión en una gata que vive en el hogar es más sencillo, ya que la observamos con mayor frecuencia. Sin embargo, las gatas que viven al aire libre también pueden experimentar depresión. Esta condición mental se manifiesta con una disminución general de la actividad. Si una gata deja de participar en actividades que anteriormente disfrutaba y comienza a dormir más, podría pasar mucho tiempo en un solo lugar de la casa o incluso evitar salir.
Si observas estos síntomas, es fundamental acudir al veterinario. Estas mismas señales podrían estar indicando una condición de salud que necesita atención médica. Un veterinario puede ofrecerte consejos sobre las mejores estrategias para manejar la depresión en gatas.