El Menta
El menta es un aliado para aquellas personas que padecen del síndrome del intestino irritable. El menta piperita, en particular, posee propiedades antiespasmódicas y analgésicas leves. Para aprovechar sus beneficios, se pueden utilizar suplementos de aceite de menta, que son una de las formas más comunes para su consumo, o preparar una infusión de menta al hervir una cucharadita de menta seca en agua caliente durante 10 minutos. Sin embargo, es importante señalar que el menta podría agravar los síntomas de acidez estomacal y mala digestión en quienes sufren de enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Anís
El té de anís ayuda a estabilizar el estómago y a regular el proceso digestivo. Además, cuenta con propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Un estudio demostró una notable mejora en los síntomas del intestino irritable en personas que consumieron cápsulas de aceite de anís durante cuatro semanas. Asimismo, las investigaciones en animales han mostrado que los extractos de aceites esenciales de anís son eficaces para relajar los músculos y contribuir al tratamiento del estreñimiento.
Manzanilla
El té de manzanilla es eficaz para aliviar los espasmos intestinales asociados al síndrome del intestino irritable, lo cual puede ayudar a controlar la distensión abdominal y el dolor. Para preparar esta infusión, se añaden dos o tres cucharadas de flores de manzanilla secas al agua hirviendo y se deja reposar durante 10-15 minutos. Se recomienda consumir de 3 a 4 tazas de este té entre las comidas a lo largo del día.
Rosa de Alce
La planta rosa de alce está relacionada con la salud general del sistema digestivo, ya que se cree que calma la irritación de la mucosa intestinal. Este ingrediente resulta útil para aliviar los síntomas de diferentes tipos de síndrome del intestino irritable, pues aumenta el volumen de las heces, lo cual puede ser beneficioso en el manejo de la diarrea, además de suavizarlas, contribuyendo así a la reducción del estreñimiento.