Infecciones Fúngicas en la Piel
Las infecciones fúngicas en la piel, conocidas como dermatofitosis, son afecciones que afectan directamente la epidermis. Estas se dividen en varias categorías, incluyendo: pie de atleta, que suele ser más frecuente en hombres; tiña, que comúnmente afecta el cuero cabelludo y la cara; y onicomicosis, que se focaliza en las uñas. Estas infecciones son contagiosas y pueden transmitirse de persona a persona o de animales a humanos. En este artículo, abordaremos los síntomas de las infecciones fúngicas en la piel, sus causas, tratamientos naturales y consejos de prevención.
Síntomas de Infecciones Fúngicas en la Piel
- Aparición de manchas de diferentes colores en varias partes del cuerpo.
- Formación de bultos de distintas dimensiones en la superficie de la piel.
- Picazón intensa.
- Dolor agudo al tocar las áreas afectadas.
- Secreciones bacterianas en la piel en casos avanzados.
- Enrojecimiento de la piel.
Causas de Infecciones Fúngicas en la Piel
- Niveles elevados de azúcar en sangre.
- Exposición directa a lesiones cutáneas, tales como infecciones virales o bacterianas.
- Contacto con productos químicos nocivos.
- Uso inapropiado de ciertos productos cosméticos.
- No utilizar guantes de protección durante tareas de limpieza.
- Uso de prendas de vestir hechas de nailon, que pueden fomentar el crecimiento bacteriano en la piel.
- Transpiración excesiva, especialmente durante el verano.
- Contagios de otras personas o animales.
- No secar completamente el cuerpo después de ducharse, lo que puede permitir la proliferación de hongos debido a la humedad.
Remedios Naturales para Tratar Infecciones Fúngicas en la Piel
- Vinagre de manzana: Mezclar una cucharadita de vinagre de manzana con agua y aplicar esta mezcla sobre las áreas afectadas, dejando actuar por al menos treinta minutos antes de enjuagar con agua. Este remedio es eficaz debido a sus propiedades ácidas que combaten diversos hongos.
- Yogur: Humedecer un disco de algodón con yogur natural y aplicar sobre las áreas afectadas durante cinco minutos, luego dejar actuar por treinta minutos y enjuagar con agua.
- Ajo: Mezclar una cucharadita de ajo machacado con media cucharadita de aceite de oliva y aplicar en las zonas afectadas, dejando por al menos veinte minutos antes de enjuagar. Este tratamiento puede repetirse hasta tres veces al día.
- Aceite de árbol de té: Combinar una cucharada de aceite de oliva con una de aceite de árbol de té, aplicar en las zonas afectadas y dejar por un mínimo de veinte minutos antes de enjuagar.
- Aceite de coco: Aplicar partes iguales de aceite de canela y aceite de coco en las áreas infectadas, dejando actuar por diez minutos antes de enjuagar. Se recomienda repetir esta aplicación tres veces al día.
- Aceite de orégano: Mezclar una cucharadita de aceite de orégano con media cucharadita de aceite de oliva, aplicar sobre las infecciones y dejar actuar por al menos una hora antes de enjuagar.
- Hoja de olivo: Mezclar una cucharada de hojas de olivo en polvo con una cucharadita de agua, aplicar en las áreas afectadas y dejar actuar durante al menos treinta minutos antes de enjuagar con agua tibia.
- Cúrcuma: Aplicar suficiente jugo de cúrcuma sobre las áreas afectadas, dejando actuar por al menos dos horas antes de enjuagar con agua tibia.
- Arándano: Consumir un vaso diario de jugo de arándano, que ayuda a combatir eficazmente las infecciones fúngicas.
Prevención de Infecciones Fúngicas en la Piel
- Usar ropa holgada y evitar prendas ajustadas.
- Secar bien el cuerpo después de la ducha.
- No compartir utensilios personales, como peines y toallas.
- Lavar regularmente la ropa de cama con agua y jabón.
- Desinfectar almohadas y cobijas, especialmente si un miembro de la familia tiene una infección fúngica.
- Mantener niveles de azúcar en sangre equilibrados.
- Cuidar la higiene personal rigurosamente.
Video sobre Infecciones Fúngicas en el Cuerpo
Para más información sobre las infecciones fúngicas en la piel, te invitamos a ver este video.