Causas de la aparición de erupciones en la piel de los niños

Causas de la aparición de granos en el cuerpo de los niños

La aparición de granos en el cuerpo de los niños puede deberse a diversas razones. A continuación se enumeran algunas de estas causas:

Dermatitis de contacto

La dermatitis de contacto suele manifestarse en un lapso de horas o días tras la exposición a una sustancia irritante o alérgica, como ciertos productos de cuidado personal, especialmente aquellos con fragancias intensas, jabones y ambientadores. Este tipo de dermatitis provoca síntomas que pueden incluir:

  • Formación de ampollas.
  • Picazón en la piel.
  • Cambio en el color de la piel; por ejemplo, la piel oscura puede tornarse más oscura o adquirir tonalidades grises o moradas, mientras que en la piel clara puede aparecer enrojecimiento.
  • Agrietamiento de la piel.

Reacciones alérgicas a alimentos

Las alergias alimentarias pueden ocasionar ocasionalmente erupciones cutáneas que se asemejan al acné y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluyendo la cara. Se ha observado que el consumo de productos lácteos, especialmente queso y mantequilla, puede aumentar la aparición de granos incluso en niños pequeños. En general, estas erupciones se caracterizan por su aparición repentina y su desaparición si el cuerpo no se expone nuevamente al alérgeno.

Desbalances hormonales

Las alteraciones hormonales en la madre pueden transferirse a los niños a través de la lactancia. Por ello, los médicos a veces recomiendan análisis de sangre si se sospecha algún desbalance hormonal en el niño. Es importante señalar que la aparición de granos no siempre indica problemas hormonales; también pueden ser causados por el roce de la piel del niño con tejidos ásperos o la acumulación de saliva, lo que puede irritar su piel sensible.

Obstrucción de poros

La piel sensible del niño puede irritarse y obstruir los poros. Por ejemplo, los residuos de alimentos alrededor de la boca y la barbilla pueden irritar la piel y causar bloqueos en los poros, lo que puede atrapar bacterias en las áreas afectadas y resultar en erupciones similares al acné.

Infecciones virales

Algunas erupciones pueden aparecer en el cuerpo de los niños debido a infecciones virales, como el molusco contagioso, una infección viral benigna pero contagiosa que se propaga a través del contacto. Esta enfermedad es causada por el Poxvirus, lo cual puede dar lugar a pequeñas protuberancias del color de la piel o rosadas, que a veces pueden parecerse al acné. Sin embargo, un médico puede diferenciar fácilmente entre ambas condiciones. Cabe mencionar que esta infección es más común entre niños de 1 a 10 años, especialmente aquellos que viven en climas cálidos y húmedos.

Picaduras de insectos

Las picaduras de ciertos insectos pueden causar la aparición de granos en el cuerpo de los niños como una reacción a la saliva de estos insectos. Esto se puede identificar por la apariencia de los granos, que suelen ser pequeñas protuberancias rojas que a veces contienen líquido. En algunos casos, estas erupciones pueden causar picazón. Es relevante mencionar que picaduras de insectos como mosquitos, ciempiés y ciertas especies de hormigas y escarabajos pueden provocar granos dolorosos o ampollas.

Otras causas

Existen otros factores que también pueden contribuir a la aparición de granos en el cuerpo de los niños, tales como:

  • Uso de ciertos tipos de medicamentos, como los corticosteroides.
  • Lavado excesivo de la cara, especialmente con jabones fuertes o agua caliente.
  • Estrés en el niño, que es una causa común de aparición de granos en niños de cuatro años.
  • Uso de accesorios de ropa ajustados, como cinturones, que pueden obstruir los folículos pilosos.
  • Uso de cascos, chaquetas de cuello alto, diademas, entre otros.

Cuándo consultar a un médico

Es importante consultar a un médico si el niño muestra comportamientos inusuales o si aparecen signos de una infección cutánea. Estas señales pueden incluir:

  • Fiebre de 38 grados centígrados o más.
  • Presencia de pus.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, axilas o ingle.
  • Aumento del dolor, hinchazón o calor en la zona afectada.
  • Aparición de líneas rojas que se extienden desde la zona afectada.
  • Inquietud o molestia en el niño.
  • Persistencia de la aparición de granos o preocupación al respecto.

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