Abu Bakr Al-Siddiq y sus cualidades

Abu Bakr As-Siddiq

Abu Bakr As-Siddiq, cuyo nombre completo es Abdullah ibn Uthman ibn Amr ibn Ka’b ibn Sa’d ibn Taim ibn Murrah ibn Ka’b ibn Lu’ay, era un distinguido compañero del Profeta Muhammad -la paz y las bendiciones sean con él-. Nació dos años y medio después del Año del Elefante. Entre sus características físicas, se le describe como de piel clara, delgado, con una frente prominente y un rostro con marcados rasgos. Era conocido por teñirse con henna y el Profeta -la paz y las bendiciones sean con él- le otorgó el título de «As-Siddiq» en reconocimiento a su sinceridad. Esto es corroborado por lo que narró Anas ibn Malik -que Allah esté complacido con él- diciendo: «El Profeta -la paz y las bendiciones sean con él- subió a Uhud, y Abu Bakr, Umar y Uthman lo acompañaron, y la montaña tembló bajo sus pies. Él dijo: ‘Quieto, Uhud, pues sobre ti hay un Profeta, un Sincero y dos Mártires’.»

Características de Abu Bakr As-Siddiq

Compasión y Sensibilidad

La compasión y la sensibilidad son algunas de las características más notables de Abu Bakr As-Siddiq -que Allah esté complacido con él-. Estas cualidades se manifestaron en su trato con la gente. La madre de los creyentes, Aisha -que Allah esté complacida con ella-, atestiguó la ternura del corazón de su padre durante los momentos difíciles. Cuando el Profeta -la paz y las bendiciones sean con él- estaba en su lecho de muerte, pidió que Abu Bakr dirigiera la oración. Aisha respondió: «Oh Mensajero de Allah, Abu Bakr es un hombre sensible, y cuando asuma tu lugar, no podrá hablar. Es mejor que mandes a Umar.» Sin embargo, cuando Abu Bakr dirigió la oración, no pudo contener las lágrimas, como era habitual en él.

Su compasión por los débiles en La Meca se evidencia en la narración de Abdullah ibn Al-Zubair -que Allah esté complacido con él-, quien contó que Abu Bakr compraba y liberaba a aquellos que abrazaban el Islam, incluyendo mujeres y ancianos. Su padre le sugirió liberar a hombres fuertes que pudieran protegerlo, dada la debilidad de su tribu, Banu Taym. No obstante, Abu Bakr respondió: «Padre, yo deseo lo que está junto a Allah.» Este acto fue honrado por Allah, como se relata en el Corán: «Y será alejado de ella el más piadoso, el que da su riqueza para purificarse.» (Surah Al-Lail).

Valor y Resiliencia

Abu Bakr As-Siddiq -que Allah esté complacido con él- es un ejemplo sobresaliente de valor y firmeza. Su vida está repleta de actos heroicos. A pesar de la brutalidad de los politeístas en Meca, que buscaban eliminar al Profeta y a él, fue compañero del Mensajero durante la migración a Medina y lo acompañó en la cueva. Este valor se evidenció cuando recibió la noticia de la muerte del Profeta -la paz y las bendiciones sean con él- y, tras escucharla desde su hogar en Sunnah, se apresuró a regresar a la ciudad. Entró al santuario sin hablar con nadie, y se dirigió a Aisha -que Allah esté complacida con ella- y, tras descubrir el cuerpo cubierto del Profeta, lo besó llorando y dijo: «Por mi padre y mi madre, ¡oh Mensajero de Allah!, ¡Dios no permitirá que mueras dos veces! Lo que ha sido prescrito ya ocurrió.»

Posteriormente, salió y vio a Umar ibn Al-Jattab -que Allah esté complacido con él- hablando. Le pidió que se sentara, y se dirigió al pueblo. Comenzó alabando a Allah y dijo: «Después de esto, quien adore a Muhammad -la paz y las bendiciones sean con él-, que sepa que Muhammad ha partido. Y quien adore a Allah, que sepa que Allah vive y no muere.» Luego, recitó: «Y Muhammad no es sino un Mensajero antes de quien ya han pasado otros Mensajeros. Si él muere o es asesinado, ¿volveréis a vuestros antiguos caminos?» (Surah Al-Imran). El Imam Al-Qurtubi señala que esta acción evidencia el coraje de Abu Bakr, ya que la esencia del valor radica en mantener la calma ante la adversidad, y no hubo pena mayor que la muerte del Profeta.

Generosidad y Caridad

Abu Bakr As-Siddiq -que Allah esté complacido con él- fue un ejemplo brillante de generosidad y altruismo. Se narra que, al convertirse al Islam, tenía 40,000 dirhams, los cuales gastó completamente en el camino de Allah, así como liberó a siete hombres que eran perseguidos por su fe. Se cuenta también que Umar ibn Al-Jattab -que Allah esté complacido con él- intentó superar a Abu Bakr en caridad en una ocasión en que el Profeta -la paz y las bendiciones sean con él- había instado a sus compañeros a donar. Umar regresó con la mitad de su fortuna, mientras que Abu Bakr donó toda su riqueza por Allah.

Virtudes de Abu Bakr As-Siddiq

Los eruditos coinciden en que los compañeros del Profeta -que Allah esté complacido con ellos- son los más piadosos y los mejores de la creación tras los Profetas. Se han señalado que entre los compañeros más destacados se encuentran los cuatro califas bien guiados, y el mejor de ellos es Abu Bakr As-Siddiq. Como se relata de Ali ibn Abi Talib -que Allah esté complacido con él-, él dijo: «El mejor de esta comunidad después de su Profeta es Abu Bakr, luego Umar.» Abu Bakr apoyó al Mensajero -la paz y las bendiciones sean con él- en momentos en que otros le dieron la espalda, creyó en él cuando otros dudaron y lo reconoció cuando fue desmentido. Él fue el primero que se convirtió al Islam entre los hombres, el segundo en la cueva, y liberó a veinte hombres entre los mejores compañeros que sufrían en Meca. Allah le otorgó la distinción de ser su compañero, como se afirma: «Si no lo ayudáis, pues Allah lo ayudó cuando los que no creían lo sacaron de Meca, siendo dos en la cueva, cuando decía a su compañero: ‘No te apenes, pues Allah está con nosotros’.» (Surah At-Tawbah).

La razón detrás del sobrenombre de «As-Siddiq» se debe a su constante veracidad hacia el Profeta -la paz y las bendiciones sean con él-. En la historia de la noche del Isra y Mi’raj, cuando los politeístas de Quraysh le dijeron: «Tu compañero afirma que ha sido llevado en un viaje nocturno,» él respondió: «Si lo ha dicho, ha dicho la verdad.» Es importante resaltar que Abu Bakr -que Allah esté complacido con él- es el mejor de esta comunidad tras el Mensajero de Allah, según lo que se relata de Abdullah ibn Umar -que Allah esté complacido con él-, quien afirmó: «En los tiempos del Profeta -la paz y las bendiciones sean con él-, solíamos elegir a las personas y siempre elegíamos a Abu Bakr, luego a Umar, y finalmente a Uthman.»

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