Síntomas de deficiencia de serotonina en el cerebro

Síntomas de la deficiencia de serotonina en el cerebro

La serotonina es un neurotransmisor fundamental en diversas funciones cerebrales y físicas, tales como la regulación del estado de ánimo, el sueño y el apetito, entre otras. Aproximadamente el 5% de la serotonina se produce en el tronco encefálico. Se ha establecido una posible relación entre la disminución de los niveles de serotonina en el cerebro y el desarrollo de la depresión. Los síntomas asociados con niveles de serotonina por debajo de lo normal se pueden clasificar en síntomas físicos y síntomas emocionales o psicológicos. A continuación, se presentan algunos de estos síntomas:

Síntomas emocionales

Una reducción de la serotonina en el cerebro puede manifestarse a través de varios síntomas emocionales, tales como:

  • Disminución de la autoconfianza.
  • Aumento de la sensibilidad emocional.
  • Conductas de aislamiento social.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Tristeza y llanto fácil.
  • Debilidad de la personalidad.
  • Irritabilidad.
  • Ansiedad.
  • Alteraciones en el sueño.
  • Conductas hostiles.
  • Desregulación del estado de ánimo.
  • Pérdida de memoria.

Síntomas físicos

La disminución de la serotonina no solo afecta el cerebro, sino que también puede manifestarse en varias partes del cuerpo, incluyendo:

  • Dolores abdominales.
  • Dolores de cabeza.
  • Fatiga y cansancio crónico.
  • Pérdida de apetito o un aumento en el deseo de consumir carbohidratos.
  • Calores repentinos y cambios en la temperatura corporal.
  • Aumento de peso.
  • Náuseas.
  • Trastornos gastrointestinales, como el estreñimiento y el síndrome del intestino irritable.

Causas de la deficiencia de serotonina en el cerebro

Aún no se ha identificado un único factor causante de la disminución de la serotonina en el cerebro o de su deficiencia. Sin embargo, se han propuesto diversas causas potenciales para esta disminución:

  • Disminución en el número de receptores de serotonina por debajo de los niveles normales.
  • Producción reducida de serotonina.
  • Trastornos en los receptores de serotonina que dificultan su correcta conexión con el neurotransmisor.
  • Experiencias de abuso físico durante la infancia.
  • Aceleración en el metabolismo o absorción de la serotonina.
  • Bajos niveles de nutrientes esenciales en la producción de serotonina, como la vitamina D, la vitamina B6 y los ácidos grasos omega-3.

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